El constante crecimiento tecnológico ha conllevado la circunscripción de nuevas problematizaciones de índole ecológico, comunicativo, empresarial y vehicular propugnando la configuración de escenarios orientados a remitir soluciones interdisciplinarias, que imbuidas en la globalización, se trasladan a promover experiencias y casos de estudio, que a pesar de las diferencias culturales e ideológicas, buscan confrontar episodios mediante descubrimientos que dinamizan la obtención de resultados cercanos a cada realidad.
Específicamente, se puede observar que en las tres etapas dispuestas por las tecnologías emergentes: introducción, penetración y potenciación (Moor, 2005) se procede en base a tres elementos comunes: ética, colaboración y repercusión social. En el primer elemento corresponde a la ética contiene fluctuaciones y es limitada según cada contexto. En especial cuando se trata temas tecnológicos se debe examinar de forma minuciosa la priorización de valores morales y su estandarización derivada en las normativas del proyecto y de la empresa. En otras palabras, las regulaciones existentes sobre el uso de internet en 1990 son diferentes a la noción actualizada del 2020.
Respecto a la colaboración, se pretende proponer alianzas tanto entre pares académicos como también con el sector empresarial, de ese modo se cumple con la arista científica, impulsando proyectos de otros grupos de investigación y posibilitando la toma de decisiones colectivas que faciliten el desarrollo de las tecnologías emergentes. En ese tenor, la colaboración evidenciada desde la arista empresarial pretende conocer las necesidades de cada industria, proponiendo alternativas de innovación y mejora de los procedimientos y procesos técnicos mediante el apoyo de instituciones universitarias.
El último elemento común se enfoca en la repercusión final de las tecnologías en desarrollo, las mismas deben buscar de reproducción del impacto positivo en la sociedad a corto, mediano o largo plazo involucrando nuevos agentes de cambio y propinando así su difusión en nuevos entornos (Herrán-Gómez, Sastre Merino, & Torres-Toukoumidis, 2017), en definitiva, la repercusión de las tecnologías emergentes no debe únicamente medirse de acuerdo con el costo/beneficio económico, sino que debe también asentarse en otras variables como responsabilidad social, apoyo a las comunidades, capital humano invertido en los proyectos, entre otras.
Uno de los indicadores más relevantes para determinar el devenir de las tecnologías emergentes es el hiperciclo de Gartner (Burke, 2012), de hecho, la curva procede con 5 fases: desencadenante de la innovación, pico de expectativas infladas, depresión de la desilusión, pendiente de la iluminación y meseta de la productividad. Acompañado de las fases, también se presenta cada tecnología bajo una expectativa de tiempo, entre los que se encuentra: menos de 2 años, 2 a 5 años, 5 a 10 años, más de 10 años y obsoleto.
Por lo antedicho se admite que la curva de las tecnologías emergentes tiene un proceso diligente hacia la continuidad que buscan singularizarse estableciéndose como esencial en su respectivo mercado. Para muestra, se encuentra la gamificación que en el 2012 se vislumbraba como tecnología emergente, pero en el 2016 alcanzó la cumbre de productividad, siendo etiquetada como componente esencial para la educación del futuro (Torres-Toukoumidis, 2016).
La última curva de Gartner referente al 2019 presenta tecnologías para la sostenibilidad ambiental, telecomunicaciones, sector industrial y al área del transporte, particularmente, en el sector ambiental se coloca especial atención en los biochips, artilugio con sensores moleculares que se diferencia de los conocidos con anterioridad, por la ejecución de reacciones bioquímicas dentro de un organismo vivo. De forma complementaria y que en efecto depende sensitivamente a los cambios ambientales, se ubican los tejidos artificiales que corresponde a un biomaterial que permite la reconstrucción de pieles y cartílagos.
Para el ámbito de las telecomunicaciones se logran ubicar las Edge Analytics que implica la aproximación a un cálculo analítico automatizado de los datos en un sensor, un conmutador de red u otro dispositivo; la red generativa antagónica; sistemas de satélites de órbita terrestre baja, generación móvil 5G, aprendizaje automático adaptado y descentralización web.
Las características propias e hipersegmentadas del sector industrial implica claramente una variada gama de tecnologías en proceso de desarrollo, entre ellas están los espacios de trabajo inmersivos, la inteligencia emocional artificial, inteligencia artificial para servicios en la nube o también llamada IA PaaS, impresión 3D nano escala, cámaras de detección 3D, analíticas de gráficos, personificación-atribución de la naturaleza humana a objetivos y dispositivos-, entre otras. Por último, en el área del transporte se encuentran conducción autónoma nivel 4 y nivel 5, el nivel 4 significa que el vehículo es capaz de desempeñar una conducción en circunstancias específicas y el nivel 5 implica el desempeño de tareas de conducción sin la interacción humana. Cabe igualmente destacar los drones de carga ligera y los vehículos autónomos voladores.
En suma, las tecnologías emergentes son oportunidades que atañen a la colectividad, planteando nuevos caminos hacia el saber común. De allí que hoy día se deben impulsar la promoción y difusión de los resultados mediante discursos directos y claros que permitan transversalizar el impacto de la ciencia y fomentar su adaptación a múltiples contextos.
Referencias
Burke, B. (2012). Gamification 2020: What is the Future of Gamification? Connecticut. Ethics and Information Technology(7), 111-119.
Herrán-Gómez, J., Sastre Merino, S., & Torres-Toukoumidis, Á. (2017). Radio mensaje para la gestión del sistema de riego en comunidades rurales indígenas de Ecuador. Equidad y Desarrollo, 1(28), 43-60.
Moor, J. (2005). Why we need better ethics for emerging technologies. Ethics and information technology. Ethics and Information Technology, 7(3), 111-119.
Torres-Toukoumidis, Á. (2016). Evaluación de políticas públicas con técnicas de gamificaciónpara la educación ciudadana. Huelva: Universidad de Huelva.
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© 2020. This work is published under https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0 (the “License”). Notwithstanding the ProQuest Terms and Conditions, you may use this content in accordance with the terms of the License.
Abstract
El último elemento común se enfoca en la repercusión final de las tecnologías en desarrollo, las mismas deben buscar de reproducción del impacto positivo en la sociedad a corto, mediano o largo plazo involucrando nuevos agentes de cambio y propinando así su difusión en nuevos entornos (Herrán-Gómez, Sastre Merino, & Torres-Toukoumidis, 2017), en definitiva, la repercusión de las tecnologías emergentes no debe únicamente medirse de acuerdo con el costo/beneficio económico, sino que debe también asentarse en otras variables como responsabilidad social, apoyo a las comunidades, capital humano invertido en los proyectos, entre otras. Ethics and Information Technology(7), 111-119. Why we need better ethics for emerging technologies. Ethics and information technology. Ethics and Information Technology, 7(3), 111-119.
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1 Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador