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A través de un análisis general de los intelectuales chilenos, el autor revisa los distintos proyectos de producción de memoria que se intentaron en el periodo de la transición democrática o post-dictadura. Se describen distintas posiciones respecto a la historia nacional utilizando tanto textos académicos como literarios, para luego declarar que dos memorias paralelas y en pugna han coexistido y configuran el imaginario de Chile.
Palabras claves: Memoria, dictadura, postdictadura, intelectuales.
Through a comprehensive analysis of Chilean intellectuals, the author reviews the various memory production projects attempted in the period of democratic transition and post-dictatorship. The article describes various positions on national history using both academic and literary texts, and then declares that two parallel and conflicting memories have coexisted, shaping the imagination of Chile.
Keywords: Memory, dictatorship, post-dictatorship, intellectuals.
Contexto
El contexto de la "Transición chilena a la democracia" (o postdictadura) es una época de persistencia y superación de traumas de un pasado marcado por una dictadura con un afán de "disciplina social" y reorganización de la economía como una manera de alcanzar logros modernizadores. Si en lo primero, la violación sistemática de los DD.HH., se asemeja a las demás dictaduras del continente, los otros objetivos la diferencian pues se trata de la primera dictadura latinoamericana que cuenta con un grupo de economistas bien formados y que tienen la posibilidad de aplicar un modelo económico y social "neoliberal" sin oposición de la ciudadanía (partidos políticos, intelectuales, sindicatos), por estar anulada por la presión de las Fuerzas Armadas.
Una dictadura que se veía como causa de paz social y progreso económico y que se autootorgaba el mérito de haber salvado al país del marxismo. Imagen que sus partidarios (no solo militares sino civiles con figuración pública en la actualidad) han mantenido hasta el presente, y más allá del arribo de la democracia en el año 1991, cuando comenzaron los juicios contra las violaciones a los DD.HH.
Esa dictadura venció y se impuso en la práctica, pero no en las ideas, por la ausencia de intelectuales que pudieran crear un relato creíble, pero imposible: que los muertos y torturados fueron necesarios para transitar del antiguo modelo estatista al nuevo liberal.
Una dictadura modernizadora y cruel que sometió al país a un liberalismo en una forma...