Content area
Full Text
RESUMEN El poeta converso Antón de Montoro (ca. 1400-1484) elabora una poética material a partir de un sutil posicionamiento social que revela sus contactos con las oligarquías urbanas, la clase media de menestrales y comerciantes y los burócratas cortesanos. Mediante una intensa actividad poética, Montoro negocia su identidad conversa y su condición de mediano con interlocutores que le devuelven una imagen estigmatizada del yo, no apta para la práctica de la poesía. El resultado es una afirmación del ser social que sostiene y justifica la cualidad material del arte poética.
La ubicación de los autores tardomedievales en su nivel socioeconómico y profesional es de vital importancia no solo por su intrínseco interés cultural, sino también como clave para el estudio de la retórica y la poética que sustentan el orden social. La práctica poética tardomedieval requiere la creación de una personalidad textualizada en sintonía con el rango y el nivel socioeconómico del autor o la autora. Entre otros muchos requisitos, se incluye el deber de situar el yo autorial en relación con un otro, u otra, interlocutor o destinatario, que a su vez devuelve una imagen más o menos distorsionada y en tensión relacional con la propia autorrepresentación. Entre los poetas cancioneriles se encuentra un intento sostenido de situar el yo dentro de un nivel socioeconómico que marca la poética y la calidad de las transacciones literarias. La autoidentificación en relación con la actividad escrita aparece elocuentemente explicada por Fernando de Pulgar en su Letra XII:
Y pues queréys saber cómo me aves de llamar, sabed, señor, que me llaman Fernando y me llamavan y llamarán Fernando, y si me dan el maestrazgo de Santiago tanbién Fernando; porque de aquel título y honra me quiero arrear que ninguno me pueda quitar, y tanbién porque tengo creído que ningún título pone virtud a quien no la tiene de suyo. (65)
La capacidad edénica de nombrar, aquí usada con el propósito de autodefinición, aparece impulsada en el desempeño de las letras por la interacción con un interlocutor o interlocutora que cuestiona la identidad del que escribe, y al hacerlo ocasiona una respuesta formulada en una red de relaciones que ponen de manifiesto la naturaleza eminentemente social de la explicación del yo. Cuando Pulgar responde a la...