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Alejandro Cruz el economista A pesar de la tendencia mundial se inclina por un consumo responsable e inteligente, que incluya el uso de nuevas tecnologías y cuide al mismo tiempo el ambiente, en México se sigue realizando un consumo poco informado y excesivo debido a los hábitos del mexicano y la falta de educación financiera, coinciden expertos. Mañana, 15 de marzo, se celebra el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, pero cuando se revisan las cifras sobre los hábitos de consumo en México salta a la vista cómo la desigualdad económica, la falta de educación y la publicidad afectan el bolsillo del consumidor. El consumo verde Si bien en las escuelas se enseña a los niños la importancia de preocuparse por el ambiente y entender los problemas que causa la contaminación, la tendencia a utilizar tecnologías verdes y adquirir productos fabricados con un proceso socialmente responsable es una nueva cultura de consumo que avanza de forma lenta. El consumidor socialmente responsable busca la compra de autos híbridos, calentadores solares, focos ahorradores de luz, regadera de bajo consumo, detergentes biodegradables y todo tipo de artículos que no dañen el ambiente. El consumo verde exige que, antes de realizar la compra de un producto, el consumidor se informe y busque la mayor transparencia con respecto a las características del artículo. Un estudio aplicado a 28,000 internautas de 56 países por la consultoría Nielsen para encontrar el perfil del consumidor responsable reflejó que a nivel mundial las personas en favor de dicho consumo son jóvenes menores de 30 años que deciden y realizan sus compras luego de informase a través de Internet y las redes sociales. Europa y Estados Unidos son las regiones que actualmente están liderando la tendencia, al incluir entre sus políticas el uso de energías renovables. Sin embargo, los hogares de México muestran importantes diferencias en sus hábitos de consumo dependiendo de su capacidad económica. Los mayores rubros de gasto de los hogares están en alimentos y bebidas; transporte y comunicaciones; educación y esparcimiento; vivienda y combustible, y cuidado personal, indica la Encuesta Nacional de Ingreso y Gastos de los Hogares, realizada por el INEGI. Aunque en los hogares mexicanos se tiene el hábito de la compra de los productos en forma de despensas, existen personas que acuden a la tienda sin conocer los precios y revisan la gama de ofertas de otros establecimientos, explicó Martha Carrillo, directora de Estudios sobre Consumo de la Procuraduría Federal del Consumidor. [email protected] Para Adriana Labardini, directora de Alconsumidor AC, actualmente en México no existe una verdadera plataforma legal que proteja los derechos del consumidor; tampoco existe transparencia en los procesos, educación financiera y, mucho menos, una cultura para sumar a nuestro consumo productos que sean amables con el medio ambiente. Agregó que alimentos y bebidas sigue siendo el principal rubro de consumo; sin embargo, las personas consumen principalmente refrescos, pizzas, donas, papas, dulces, cervezas y otros productos saturados de azúcar, que son los responsables de los principales problemas de salud pública. Desde niño, el mexicano está expuesto a la agresiva publicidad de la televisión que marca su psicología y lo impulsa a comprar sin utilizar criterios lógicos , expuso. Según la especialista en México, cuando una persona reúne dinero, inmediatamente acude a comprar, motivado por sus emociones, objetos como autos, computadoras, celulares y ropa de marca sólo para pertenecer a un determinado grupo social o diferenciarse del resto de los individuos. La idea de generar un ahorro a largo plazo no forma parte de su mentalidad ni tampoco es un tema que se enseñe a los niños en la escuela. En países más desarrollados, las personas con poder económico utilizan el transporte público sin ningún prejuicio. Pero en México, la carencia de un automóvil a cierta edad puede mortificar a las personas por considerarse pobres , explicó. Para la especialista, mejorar los hábitos de consumo y brindar mayor protección a los compradores será posible sólo si las leyes se fortalecen y se fomenta la cultura de un consumo informado. (Alejandro Cruz)