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El mundo imaginario de los 'caballeritos' tenía la nitidez, colorido y perfección de una postal de París. El mundo imaginario de los 'niños huachos' y los peones gañanes, en cambio, tenía la vaguedad de un oráculo de Delfos, o el azar de la Rueda de la Fortuna. El primer sueño era un itinerario de rutina. El segundo, un viaje a lo desconocido
Gabriel Salazar
El epígrafe precedente ilustra cómo se produce una nítida diferenciación en la construcción identitaria y en la proyección de los sujetos sociales en el Chile de fines del siglo XIX y comienzos del XX. En su lectura, Gabriel Salazar distingue, dialécticamente, dos experiencias diametralmente opuestas: la de los niños "caballeritos" o jeneusse dorée, nacidos en las familias de élite chilenas y, por otra parte, los niños "huachos" y peones que, desprotegidos económica y políticamente, debieron estrechar lazos de solidaridad y practicar estrategias de sobrevivencia. A diferencia de los "caballeritos," provenientes de familias de abolengo, en que la genealogía familiar constituía una herencia cultural y política y la identidad, una sólida y conveniente certeza, los niños huachos debían darse a sí mismos un rumbo, un relato: viajar a lo desconocido, como afirma Salazar. Estos caminos diferenciados inciden en el lugar político que llegarán a ocupar niños "huachos" y "caballeritos" en el trazado de la nación. Mientras unos, a su regreso de Europa, se harán cargo de diputaciones, senaturías y grandes negocios familiares, los otros se volverán objeto de la discriminación de clase, la persecución y el encarcelamiento.
Salazar hace hincapié en estas jóvenes figuras, ignoradas desde una historiografía adultocéntrica, pese al protagonismo muchas veces alcanzado por ellas en los procesos de cambio social. Para reconstruir estas experiencias silenciadas, escudriña documentos memorialísticos y autobiográficos. Son algunos de ellos, leídos ahora desde la crítica literaria y no desde la investigación histórica, los que nos permitirán delinear las transformaciones políticas y estéticas que la perspectiva infantil ha sufrido a lo largo de nuestra historia literaria, en un diálogo estrecho con los procesos modernizadores y el rol social de sus actores.
En esta línea, no existe, hasta el momento, un texto que se haga cargo de la evolución de la experiencia infantil en la narrativa chilena. En su Historia de la infancia en Chile, Jorge Rojas...