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La representación de Yerma el 22 de mayo de 1963 en el Teatro Municipal San Martín de Buenos Aires se nos presenta como un auténtico hito en la historia de nuestra escena exiliada porque en ella coinciden tres personalidades míticas de nuestro teatro republicano como María Casares, Federico García Lorca y Margarita Xirgu. Estudiar la recepción crítica de esta Yerma bonaerense y subrayar su profunda significación ética y estética para la historia de nuestro teatro en el exilio, constituye el objetivo fondamental de este trabajo.
Para Serge Salaün, mi hermano francés
María Casares y Margarita Xirgu son las dos actrices míticas de nuestro exilio teatral republicano de 1939. Por su parte, Federico García Lorca, asesinado el 22 de agosto de 1936 por la barbarie fascista, constituye un símbolo mítico de nuestra escena republicana. Así, la representación de Yerma el 23 de mayo de 1963 en el Teatro Municipal San Martín de Buenos Aires se nos presenta como un auténtico hito en la historia de nuestra escena exiliada. Y ello porque acertó a unir a dos actrices y a un dramaturgo, a "una tríada de luxe" (Foguet i Boreu 2010: 262), a tres mitos escénicos de nuestra tradición democrática republicana, en una de las representaciones más significativas y relevantes de nuestro teatro en el exilio: Margarita Xirgu, directora de la puesta en escena; María Casares, protagonista de la obra, y Federico García Lorca, autor de Yerma, estrenada en el Teatro Español de Madrid el 29 de diciembre de 1934 por la compañía de Margarita Xirgu, quien interpretó entonces a la protagonista de este "poema trágico en tres actos y seis cuadros".1 En rigor, esta Yerma bonaerense pertenece a la historia de la escena argentina pero, como sucede la mayoría de las veces en el caso de nuestro exilio republicano de 1939, no se estudia ni en el país de acogida ni en España. Por eso es necesario no olvidar aquí que, a partir de 1939, una parte de la historia del teatro español se desarrolló por motivos políticos en escenarios fuera de nuestras fronteras. Así, estudiar la recepción crítica de esta Yerma bonaerense, hito histórico de nuestra escena exiliada, y subrayar su profunda significación ética y estética para la historia de nuestro teatro en el...