Content area
Full Text
El ingente caudal de estudios que han ponderado el género del Quijote no se ha valido para resolver esta espinosa cuestión: mientras que unos defienden aguerridamente que la obra magna de Cervantes merece consideración de novela moderna, otros arguyen, quizá más convincentemente si cabe, la postura contraria.1 Se ha alcanzado un punto en que parece muy obvio que esta polémica jamás quedará zanjada y que por cada nueva contribución a favor o en contra de las calidades novelísticas del Quijote habrán de surgir otras tantas de contrario parecer. Ello se debe, eminentemente, a que a día de hoy la filología no ha consensuado unánimemente una definición de la novela como género literario. Existe una infinitud de teorías sobre el género de la novela, muchas de las cuales resultan excluyentes; en consecuencia, los resultados de cualquier pesquisa en torno a la calidad novelística de un texto anterior al siglo XIX dependen, en buena medida, de lo que se entienda o deje de entender por "novela."
Con tantas y tan intricadas teorías arrumadas en la trastienda, no parece en absoluto dificultoso demostrar que el Quijote no es novela moderna, como, según ciertos teoremas, tampoco lo serían novelas contemporáneas, tales que Ulysses (1922) de Joyce o El reino de este mundo (1949) de Carpentier, por no circunscribirse a ciertas definiciones del género. De otra parte, Walter Reed arguyó con acerada elocuencia que el Quijote se basta para ilustrar las principales teorías sobre la novela, en especial las de Mijaíl Bajtín.2 En el presente trabajo propongo entender el Quijote como un ejemplo de literatura experimental en el cual Cervantes reflexiona sobre las esencias y el sentido del realismo literario. A tal fin, este artículo reevalúa el problema del realismo según Cervantes lo trata metaficcionalmente en tres capítulos determinados del Quijote: el escrutinio de la biblioteca (1.6:50-57), el coloquio de Carrasco, don Quijote y Sancho en (2.3:465-71), y la representación de la historia de don Gaiferos (2.26:604-12). Aun cuando el escrutinio de la biblioteca y la aventura del titiritero hayan sido objeto de estudios al respecto (a que me iré refiriendo aquí), conviene contemplarlos y sopesarlos como episodios en concomitancia y en relación directísima con el diálogo en capítulo tres de la segunda parte. Especialmente, se verá aquí cómo el...