Content area
Full Text
En el universo de César Aira los escritores habitan en un taller repleto de engranajes fabulosos, máquinas inútiles y complicados procedimientos de lo mínimo que, en clave gráfica, podrían resumirse en las viñetas que Rube Goldberg componía para la prensa neoyorkina en las primeras décadas del siglo XX. De esta guisa:
De la cabeza del "profesor Lucifer Gorgonzola Butts" emergen diagramas que deconstruyen algo así como la sintaxis general de lo cotidiano, un orden que, de volver a reunirse en la operación a la que estamos acostumbrados, tan sólo requeriría que su mano izquierda le acercase la servilleta a los labios. Imaginemos que de cada objeto de la viñeta de Goldberg surgieran nuevos engranajes de los que, a su vez, nacieran otros en una progresión infinita. Su premisa es clara: detrás de cualquier motivo (una simple servilleta) se oculta un universo inexplorado. Quizás no exista una imagen más representativa de la narrativa de Aira y su escaparate de genios locos, inventores, superheroes y villanos, magos, artistas conceptuales y, por supuesto, escritores, que estas "Rube Golberg machines", origen de una expresión idiomatica: "Doing something simple in a very complicated way that is not necessary", según el Merriam Webster,1 y un concurso internacional como el "Rube Goldberg Machine Contest" que desde 1949 congrega a nerds de todo Estados Unidos en torno a invenciones tan imaginativas como inútiles (en 2014 el reto consistía en idear un cierre de cremallera y en 2015 construir mecanismos para borrar una pizarra).2
La viñeta de Goldberg también dirige nuestra mirada al periodo que constituye la referencia primaria de la poética airana, esas primeras décadas del siglo XX en que las corrientes de ruptura se inspiran en el giro epocal protagonizado por la revolución mecánica y sus nuevos campos de percepción. Hablamos de unas estéticas alimentadas por la tensión entre la mirada distópica (la máquina como repetición estandarizada, cosifícación del individuo, anulación de su dimensión espiritual e histórica) y su opuesto utópico (abanderada del progreso, la emancipación del hombre o la apertura de posibilidades inexploradas), lo que en términos deleuzianos distingue al universo mecánico (la "máquina técnica" que repite series eventualmente infinitas e impide la posibilidad de variantes), frente al maquínico (la "máquina deseante" que actúa de modo orgánico, por adición y multiplicación...