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El interés de Juan Goytisolo por el sur de España y más concretamente por Almería no nos resulta desconocido. Desde mediados de los cincuenta, cuando viaja en varias ocasiones solo o acompañado de Monique Lange u otros amigos como Simone de Beauvoir, conocidos a raíz de su autoexilio en la capital francesa, el autor de Señas de identidad recorrió los paisajes depauperados y desérticos cercanos al Cabo de Gata. Fruto de sus travesías serían el reportaje Campos de Níjar (1960), con fotografías del más tarde cineasta Vicente Aranda y el relato La Chanca (1962), ambientado en el misérrimo barrio homónimo de la ciudad de Almería. Otras páginas de las novelas-de su primera etapa, como El circo y Fiestas, o posteriores como Señas de identidad-, cuentos-Para vivir aquí-, ensayos y libros autobiográficos darían cuenta de esa huella indeleble que las tierras del sur y sus habitantes dejarían en la mente del escritor.
Esta constante en su narrativa, su estima por el sureste andaluz y la denuncia de su subdesarrollo y desidia por parte del régimen de Franco, contribuyeron a que una vez llegada la democracia fuera honrado como "hijo predilecto" de Níjar, en 1984.1 Su atracción por el sur continuaría aunque en circunstancias de diferente signo: cuando en febrero de 1998 y en marzo de 2000 se sucedieron olas de violencia xenófoba y racista contra inmigrantes principalmente magrebíes en el municipio de El Ejido, Goytisolo fue uno de los pocos intelectuales que reaccionaron con decision y firmeza denunciando no solo la violenta reacción colectiva ante la muerte de unajoven española a manos de un perturbado mental marroquí sino también el trato humiliante que recibían los trabajadores del campo extranjeros y las sórdidas condiciones en las que eran obligados a vivir.2 Tras haber sido ellos mismos emigrantes que debieron abandonar sus tierras en los años sesenta, en la España actual que se decía europea, libre y moderna y en un momento de fuerte auge económico, los almerienses se desentendían de la inhumana situación de los recién llegados. Como respuesta a sus críticas en aquellos momentos de tensión, Goytisolo fue declarado "persona non grata" por el ayuntamiento de El Ejido.
Campos de Níjar, a pesar de su brevedad, se nos presenta como un texto de amplio eco en...