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Habana blues. Dir. Benito Zambrano. España-Cuba, 2005. Dur.: 115 min.
Una película como Buena Vista Social Club (1999) de Wim Wenders, producida fuera de Cuba, rescato la música tradicional cubana del ostracismo al que se había visto abocada, para llevarla de nuevo a la escena international. La isla de la música (1998), el ultimo documental de Santiago Álvarez, una coproducción hispano-cubana, hace un repaso de los diferentes géneros musicales originados en la isla. Ambos trabajos, con todo lo que tienen de recuperación, se adherían a esa tendencia mistificadora que se propone; en el caso de la primera película, recuperar la Cuba precastrista o republicana y, en el segundo caso, establecer los parámetros de la música nacional. Ambas peliculas dejaban de lado una serie de géneros musicales que han sido censurados y marginados, como el rock, el rap, el heavy y la fusion llevada a cabo por grupos más o menos marginales.
En un momento en el que occidente relaciona Cuba inevitablemente con el son, una coproducción cubana, francesa y española, Habana blues (2005) nos va a presentar la musica alternativa cubana. Y junto a la música, aquellos grupos sociales que o bien la crean o se identifican con ella. En este sentido la película retoma una temática que ha estado presente en la narrativa cubana desde finales de los ochenta, desde la generación de los novísimos hasta hoy. Su valor reside, además, en que esta empresa es abordada por un director español que, conociendo bien la isla y a sus artistas, aporta un punto de vista desde el exterior.
Benito Zambrano (1964), un director andaluz formado en la Escuela International de Cine de San Antonio de los Baños, llevaba madurando este proyecto desde que estudiara en Cuba hace 12 años. Después del éxito obtenido con su ópera prima Solas (1999), logró contar con el apoyo necesario para realizar este melodrama musical, teniendo como referentes obras como 'Round Midnight (1986) de Bertrand Tavernier o The Commitments (1991) de Alan Parker. Como en aquellos filmes las canciones no son parte de los diálogos, pero sí parte de la acción.
La película es la historia de dos jóvenes músicos, Tito (Roberta Sanmartín) y Ruy (Alberto Yoel), que conjugan su dedicación y amor a su música-una fusion de diferentes...