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Lidia Falcón es un referente de nuestra historia imposible de describir sin citar alguna faceta, mérito o arte que no haya cultivado. Ella es memoria viva del antifranquismo, una de las primeras tituladas en derecho durante la dictadura y la fundadora del partido feminista de España. Precisamente, por no acatar lo que el Régimen esperaba de una “perfecta señorita”, fue detenida hasta en siete ocasiones, encarcelada e incluso torturada por un delito que no cometió. Pero si hay una faceta que destaca en Lidia Falcón es su pasión y entrega a la cultura literaria y periodística. En su biografía atesora una larga lista de libros, muchos de ellos escritos en tiempos de censura, repletos de dificultades para editarse y con serios condicionantes para obtener la licencia de publicación. La autora no solo expone su perseverancia y trucos para no aceptar las supresiones impuestas a sus obras, también describe con conocimiento de causa, precisión y gran detalle cómo funcionó y obró la censura desde dentro.
Ramón Tena:
Empecemos de forma abierta ¿cómo ha sido su relación con la censura franquista?
Lidia Falcón:
Yo he tenido múltiples conflictos con la censura, durante varias épocas, por distintos motivos y con las consecuencias más raras que se pueda imaginar. El primero más largo y más difícil de solventar fue a causa de mi libro Mujer y sociedad, se publicó en 1969. Pero para esa fecha ya había publicado Los derechos civiles de la mujer, un título que escribí cuando terminé la carrera y Los derechos laborales y la mujer, que al igual que el anterior también presentaba carácter técnico-jurídico. Debido a su componente profesional son obras de las que se pueden entresacar críticas bastante exacerbadas de lo que era el código civil durante el franquismo y de lo que supuso para la mujer la dictadura franquista.
Pero, sin duda, fue Mujer y sociedad el libro que realmente tuvo una vida muy airada. Lo presentamos a censura en 1967, que como ya estaba en vigor la “Ley de Prensa de 1966” entonces se denominaba formalmente “Consulta Voluntaria”, pero de una manera u otra lo cierto es que el libro estuvo en censura más de dos años sin poderse publicar. Además, aunque ya la consulta no era...