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Cada autor tiene su estilo y suele cifrar su texto a su antojo, exigiendo de su lector suficiente complicidad como para que él pueda volver a encontrar la clave, o por Io menos una clave, disimulada en las palabras o entre las líneas.
En 1935, Juan Emar publicó tres obras, Miltín 1934, Un Año y Ayer. Nos llama la atención que ya, de por sí, estos tres títulos nos indican una vía, una preocupación: la del tiempo.
En el caso de Miltín 1934, al que limitaremos nuestro estudio,la referenda temporal es doble ya que cada una de las dos palabras tiene su propia dimensión. En efecto, el año 34 es el marco de la escritura que el narrador inicia en los primeros días de enero para acabarla con los cañonazos del 31 de diciembre. En cuanto a Miltín, por ser un héroe legendario, participa en la creación de un mundo nuevo, y nos invita a remontar por el hilo atemporal de los mitos hacia un tiempo que es la suma de todos los tiempos. Además, Miltín es un lugar, un monte, es decir, que se ubica en el espacio tridimensional por el que solemos movernos. Resulta que sólo al dejarnos guiar por el título, hemos encontrado unas claves de lectura que se resumen en palabras como tiempo, espacio, doble.
Ya tenemos unas vías que seguir para adentrarnos en el espacio de escritura de Juan Emar, un espacio en volumen, un espacio de cuatro dimensiones ya que adquiere la profundidad conferida por el abismo temporal. En suma, es una escritura estrechamente vinculada con las teorías del espaciotiempo, entonces recientes, de Albert Einstein. En cuanto a la palabra "doble," plantea el problema de la identidad, más bien de la alteridad, o sea que anuncia la fragmentación del yo en yoes.
Estas claves que adoptames como ejes para este estudio, se encuentran ya en la persona y la vida misma del autor. En efecto, él se dio a conocer bajo distintos nombres: Juan Emar fue su seudónimo literario, pero siguió utilizando Álvaro Yáñez para firmar sus cuadros. En sus años mozos, afirmó experimentar un fuerte anhelo tanto para escribir como para pintar, y sus estadías prolongadas en París1 le permitieron afianzarse en los movimientos de vanguardia: cubismo, dadaísmo,...